Tienes que irte de viaje al extranjero y estás pensando si te llevas o lo dejas el móvil en casa.
¿Por qué podrías querer el móvil en el extranjero? Pues por ejemplo, si alquilas un coche, para buscar direcciones, o incluso si no alquilas el coche quizá quieres ir a determinado lugar y no tienes ni idea de dónde está. Entonces Google Maps o alguna cosa de éstas te puede servir maravillosamente bien.
¿Para qué más podrías querer el móvil? Para buscar una farmacia, un restaurante, un hospital, una plaza de toros, un circo o un aeropuerto o lo que sea… o un hotel. Para publicar fotos en Facebook, Instagram, Twitter y donde tu quieras, o videos en youtube. Incluso para enviar WhatsApp a tu familia, a tus amigos o a los que más quieres que te odien por estar en el extranjero mientras ellos tienen que estara ahí en su casa encerrados.
¿Para qué más podrías querer hacer con el móvil en el extranjero? Para llamar. ¿Quién querría llamar con un móvil?
El caso es que el móvil en el extranjero te puede ser más necesario que cerca de casa porque estás más aislado y necesitas más información, porque no sabes muchas veces lo que tienes alrededor ni dónde está lo que estás buscando.
Mola. Pero el problema es que las compañías de teléfonos cobran un riñón a los usuarios ofreciéndoles un servicio llamado roaming que consiste en que el móvil es capaz de conectarse a una red nueva cuando pierde la señal de la que tenía. Lo cual, cuando cambias de país, equivale a que cambias de compañía.
Por ejemplo: imagínate que eres cliente de Vodafone en España (esto ya es un error de base). Entonces te vas a Alemania y necesitas conectarte. Tu móvil, cuando llegue a Alemania, va intentar encontrar con una red alemana que tenga convenio con Vodafone. Podría ser T-Mobile o Vodafone Alemania. Pero fíjate que aunque sea Vodafone Alemania no va a funcionar tu tarifa española, sino que vas a tener que pagar el roaming. Y el roaming, como ya he dicho, es carísimo.
Es decir: puedes llamar, puedes conectar, puedes hacer lo que tu quieras con el móvil. Ahora bien, cuando acabe el mes y te llegue la factura…. a mi no me busques.
¿Qué solución tenemos ante esto? Fácil: contrata un operador local. Actúa como si vivieras siempre en ese país. Mira, yo lo he hecho bastantes veces:
Esta es una tarjeta de Telcel de México, Claro de chile, Uff que es colombiano. Tengo más de Perú, Uruguay, Guatemala… la última que compré fue en Estados Unidos.
Total, que haciendo esto pagas las mismas tarifas que alguien de allí. Por lo tanto, pagas unos precios más o menos razonables.
¿Cómo lo haces?
Primer requisito: tu móvil tiene que ser libre. No te vale un móvil bloqueado. O lo has comprado nuevo sin pasar por el operador o lo has comprado con operador y en cualquier momento lo has liberado. Si tienes el móvil libre, lo siguiente importante es que tienes que comprar una tarjeta de un operador local.
Ojo: no te líes con contratos, las tarjetas siempre prepago. En Latinoamérica sueles comprar las tarjetas sin nada más. Es decir, tu vas a una tienda, compras una tarjeta y la metes en el móvil no puedes hacer nada con ella. Después tienes que ir a otro lugar y comprar una recarga. Pagas X pesos o la moneda del país en cuestión. Tienes que fijarte en la tarifa de datos si es lo que quieres es datos, y si quieres llamadas en la tarifa llamadas. Y si quieres las dos cosas, pues tarifas combinadas.
Te fijas y miras cual es la que te conviene más y asignas esa recarga a esa tarifa. De tal manera que puedes usar internet tranquilamente en el móvil porque estás usando la tarifa local. Cuando se acabe el bono, pues compras otro. Y si ya te vas a tu casa pues te olvidas.
En Estados Unidos, por ejemplo, compré una desde mi casa y me la mandaron por correo de tal manera que cuando llegué a Estados Unidos lo único que tenía que hacer era poner la tarjeta en el móvil y activarla. Y ya está: a partir de ese momento podía navegar, podía llamar o lo que quisiera.
Bueno, al final la cosa no fue tan fácil porque falló y tardé dos días en tener conexión. Pero bueno… ahí uno es gafe.
Fácil, fácil y mucho más barato que el roaming.
Un último consejo: antes de viajar visita las webs de las teleoperadoras del país al que vas a ir y entérate de las tarifas porque a veces pueden ser un lío. No vayas a gastar el viaje intentando aclarar cual es la que más te conviene.
Nada más, gracias y hasta la próxima.